A medida que nos alejamos más de nuestra verdadera esencia, nos encontramos con pieles apagadas, tristes, agotadas… Y es que el cuerpo necesita explorar, sentirse libre y ser honrado y cuidado desde el amor más real, uno incondicional que abraza, confía y cree en sí mismo.
Nuestra piel es el mayor órgano de nuestro cuerpo. Todo lo que aplicamos en ella es absorbido, así es como llega al torrente sanguíneo y como consecuencia al resto de nuestros órganos.
Cuando elegimos productos llenos de químicos y de sustancias desconocidas, poco a poco van dañando nuestra salud tanto física como emocional y espiritual.
Nuestra piel nos habla a través de las alergias, manchas, rojeces, sarpullidos… Es el reflejo de nuestro mundo interno, por eso debemos cuidar de ella con mimo y respeto.
Además, la elección que hagamos de los productos que vayamos a aplicar sobre nuestro cuerpo, también afectan a la naturaleza y al medio ambiente. Como es el caso de los protectores solares que acaban dañando nuestros océanos, la fauna y fondo marino.
Necesitamos cuidar de nuestros cuerpos, al igual que necesitamos cuidar de la naturaleza.
Una conversación con María Belber, cofundadora de Ikigai Rituals, en la que nos comparte algunos de sus rituales más íntimos para su autocuidado y nos ofrece una mirada lúcida en torno a la piel y la belleza natural.
¿Algún ritual para incorporar para el cuidado de tu piel?
Desde hace varios meses, preparo un jugo verde de apio, lo tomo a diario. Sus efectos son sorprendentes e inmediatos sobre la regeneración de la piel, sobre todo cuando se padecen de alergias y sarpullidos o rojeces.
Darse duchas de agua fría y cepillar el cuerpo con una manopla natural exfoliante para eliminar las células muertas de la piel, es importante que la manopla esté hecha con productos naturales, pues de nada serviría que lo hicieras con una que contuviera microplásticos que irían directamente a tu organismo.
Con el agua fría favorecemos los niveles de tiroxina y noradrenalina en el cuerpo, estimula el sistema nervioso y circulatorio.
Para calmar e hidratar mi piel, uso aceite puro ecológico de almendras, me unto de pies a cabeza para darle a mi cuerpo la hidratación que necesita, con el mejor producto hecho a base de plantas, es una manera de relajarse y de conectar con el cuerpo.
¿Crees que cuidar de tu piel, es importante para tu bienestar?
Sí, de hecho, pienso que es bueno para mejorar nuestra autoestima, encontrarnos con nosotras mismas y abrazar nuestras imperfecciones.
Cultural y socialmente se nos han impuesto demasiadas cargas, estereotipos y exigencias, las mujeres no se reconocen en sus cuerpos y comienzan a culpabilizarlos. Esto solo puede crear relaciones negativas con nosotras mismas y desarrollar inseguridades y baja autoestima. Cuando en realidad lo que deberían de hacer es tratarlos con amor, honrarlos y sentir gratitud hacia ellos.
Un ejercicio para mejorar nuestra autoaceptación es desnudarse a diario y observarse.
No sentirse bien en nuestra propia piel puede ser algo agotador, por supuesto opino que cuidar de ella es fundamental para nuestro bienestar: físico, mental y espiritual. Aceptarse y abrazar cada una de nuestras cicatrices. Cuidar de nuestra piel va mucho más allá de lavarse bien y echarse “x” productos.
Es importante reconocer desde donde hacemos nuestro cuidado, para qué hacemos nuestros rituales selfcare.
¿Cómo cuidas de tu piel en verano?
Creo que hoy en día tenemos mucha información sobre el cuidado de nuestra piel, y sobre las opciones que tenemos para decantarnos por un protector solar u otro. Es importante conocer cuáles son las consecuencias de elegir cosmética que perjudica a nuestros cuerpos y a nuestro planeta. Elegir productos respetuosos con nuestra piel y para que el agua de nuestros mares y ríos pueda estar limpia y llena de vida.
Ser consecuentes con nuestras acciones, entendiendo que estas tienen un impacto sobre la naturaleza.
Intento hacer una exposición diaria, tomar contacto con el sol, aunque este nublado, al menos durante 30 minutos o 1 hora al día, es esencial para habituar a nuestro cuerpo a los nuevos biorritmos. Además, así aprovecho para salir a la naturaleza, descalzarme y tomar contacto con la tierra, la hierba, arena… este sencillo ritual te permitirá cargarte de energía, aliviar tu estrés… esto es debido a la descarga de energía electroestática que acumula nuestro cuerpo, el contacto con la tierra, crea un equilibrio de cargas eléctricas.
No hay excusas, no importa si vives en la ciudad o en la montaña o costa, siempre hay opciones que nos permiten abrazar la naturaleza y exponernos al sol.
Además de utilizar un buen protector solar que contenga filtro solar físico para que no penetre en mi piel, y no dañe la fauna marina, me encanta preparar un tónico para aliviar mi piel después de un largo día de playa o piscina, se trata de una mezcla de los siguientes aceites: aceite esencial ylang – ylang , y aceite de esencial de Geranio combinado con el aceite vegetal de jojoba. Una mezcla perfecta para nutrir y cuidar de nuestra piel gracias a sus propiedades antioxidantes y regeneradoras.
¿Cuál crees que es la verdadera belleza natural?
Creo que la belleza natural se encuentra en la pureza, en la imperfección. Nace del interior de la persona, de la confianza y la aceptación de mirarse con ojos amorosos.
La belleza también está en los ojos del que mira, siempre podemos encontrar belleza, es cuestión de contemplar desde la paciencia y la verdad.
Cuando algo es auténtico, es belleza y por tanto arte en estado puro.